El mundo de la medicina es maravilloso, esas personas que se prepararon durante muchos años para trabajar en salvando vidas, es maravilloso cuando, en un momento de quebranto de salud, encontramos a esos profesionales que nos escuchan, nos revisan, analizan nuestra situación y nos indican el tratamiento correspondiente
No obstante, no siempre se cuenta con el tiempo necesario para hacerlo de manera "normal", en algunas ocasiones es necesario cortar la camisa.
Todos hemos visto situaciones en la calle, accidentes de transito, paros cardíacos, obstrucción de las vías respiratorias, etc, y si no lo hemos visto en la realidad, seguramente en alguna serie o película lo vimos, el momento en el que llega la ambulancia, bajan los médicos con sus instrumentos y casi inmediatamente, toman unas tijeras y cortan la camisa, es que aveces no hay tiempo de tanta teoría.
Aquel ladrón en la cruz, no tenia tiempo de teorías, no había tiempo para encuentros, para discipulados, para seminarios, ni siquiera para bautizarse, era necesario cortar la camisa, era una urgencia en la que se definía el lugar al que iría a pasar la eternidad.
Muchos de nosotros, como cristianos, cuando recién conocemos a Cristo, somos como esos médicos de las urgencias, sabemos que es imprescindible cortar la camisa, ganar el mayor tiempo posible, después se evaluara el resto
Luego, a medida que vamos conociendo mas en profundidad la vida cristiana, nos vamos dando cuenta de muchas cosas y comenzamos a darle un tratamiento a los pacientes, sabemos que eso mejorara su calidad de vida, los hará crecer y disfrutar de su experiencia con el Señor, eso esta muy bueno, pero nunca perdamos de vista el primer objetivo, salvar vidas
Por eso, aunque ya te hayas especializado y tengas la capacidad para determinar un tratamiento a mediano y largo plazo, nunca te olvides que ante una emergencia, no hay tiempo que perder, no sea cosa que por ser muy detallistas, no logremos el objetivo, en ocasiones, tendremos en nuestras manos la vida del paciente y será necesario cortar la camisa
No obstante, no siempre se cuenta con el tiempo necesario para hacerlo de manera "normal", en algunas ocasiones es necesario cortar la camisa.
Todos hemos visto situaciones en la calle, accidentes de transito, paros cardíacos, obstrucción de las vías respiratorias, etc, y si no lo hemos visto en la realidad, seguramente en alguna serie o película lo vimos, el momento en el que llega la ambulancia, bajan los médicos con sus instrumentos y casi inmediatamente, toman unas tijeras y cortan la camisa, es que aveces no hay tiempo de tanta teoría.
Aquel ladrón en la cruz, no tenia tiempo de teorías, no había tiempo para encuentros, para discipulados, para seminarios, ni siquiera para bautizarse, era necesario cortar la camisa, era una urgencia en la que se definía el lugar al que iría a pasar la eternidad.
Muchos de nosotros, como cristianos, cuando recién conocemos a Cristo, somos como esos médicos de las urgencias, sabemos que es imprescindible cortar la camisa, ganar el mayor tiempo posible, después se evaluara el resto
Luego, a medida que vamos conociendo mas en profundidad la vida cristiana, nos vamos dando cuenta de muchas cosas y comenzamos a darle un tratamiento a los pacientes, sabemos que eso mejorara su calidad de vida, los hará crecer y disfrutar de su experiencia con el Señor, eso esta muy bueno, pero nunca perdamos de vista el primer objetivo, salvar vidas
Por eso, aunque ya te hayas especializado y tengas la capacidad para determinar un tratamiento a mediano y largo plazo, nunca te olvides que ante una emergencia, no hay tiempo que perder, no sea cosa que por ser muy detallistas, no logremos el objetivo, en ocasiones, tendremos en nuestras manos la vida del paciente y será necesario cortar la camisa
Comentarios
Publicar un comentario