Dejemos que Él edifique

Le dijimos a Dios que se corriera y Él se corrió.
Acá podríamos terminar el relato, pero profundicemos un poco.
Hace ya un par de décadas, comenzaron a multiplicarse a nivel mundial, movimientos que, mas allá de reclamar derechos válidos o menos válidos, arremetieron contra Dios, tratando de dinamitar todos los preceptos de familia, de derecho a la vida y de convivencia que estaban establecidos.

En pos de defender la igualdad de derechos con la que todos estamos de acuerdo, los derechos de algunas minorías o el luchar contra la violencia intrafamiliar, metieron en una misma bolsa, el aborto, el matrimonio igualitario y le quitaron autoridad a los padres para educar a sus hijos en temas de sexualidad, religión o familia. 

Hoy, si alguien se declara contra el aborto, lo catalogan de retrogrado, de estar contra las luchas feministas y de ser un repugnante machista, no te quiero decir todos las insultos que vi poner cuando aparece un cartel provida, la popular de un estadio, es un poroto.
Ahora, me pregunto yo, por que no separamos las cosas y resolvemos por separado cada tema?
Hace unos años fui a una marcha reclamando aumento del salario mínimo del sector y otros reclamos de condiciones laborales, lamentablemente me tuve que ir, cada uno de los oradores hablaba de defender el derecho de la mujer a "decidir sobre su cuerpo", sin decir que dicha decisión afectaba otra vida, la vida que llevaba en su vientre. 
No muchachos, yo quiero un aumento salarial pero no estoy para nada de acuerdo con el aborto

Por qué un sindicato debe dar estas directrices? 
Cosas como estas pasan todo el tiempo, en los movimientos estudiantiles, en los gremios y en algunas convocatorias, como marchas, en las que terminan atacando a quienes piensan diferentes, o destrozando y vandalizando iglesias o monumentos ciudadanos.
Capaz que no nos hemos dado cuenta, pero, el aumento de la violencia y la delincuencia, esta directamente relacionado a el desprecio que siembran algunos por Dios, y hablo de Dios, no de las iglesias, sabemos que muchas religiones que dicen predicar a Dios, con sus hechos lo niegan, hablo de Dios, de la Biblia, de la transformación de vidas que solo Él puede hacer. 

Creer en Dios es de fanáticos o de estúpidos te dicen, sin embargo si un anciano de 60 años siente que es una niña de 9, es la cosa más normal del mundo y debo aceptarlo sin ningún tipo de cuestionamiento.

Veo en los noticieros, adolescentes, casi niños, que ya tienen decenas de antecedentes y hasta alguna muerte en su haber y siempre escucho el mismo verso, no es culpa de ellos, es la sociedad, son las necesidades que atravesaron en la infancia, etc etc, pero todos lo que hablan, no pasan de ahí, no hay acciones, no hay esperanza y no los juzgo porque humanamente nada podemos hacer, pero conozco cientos de testimonios de gente transformada por Dios, no por la iglesia, no por un cura o un pastor, por el amor de Dios, porque cuando alguien le permite a Dios obrar en su vida, todo puede suceder. Pero no, nada de hablar de Dios en las escuelas o los liceos, festejamos fiestas religiosas extranjeras, pero a Dios lo dejamos afuera, les enseñamos que no somos ni hombres ni mujeres, que el amor supera todo éso y le decimos que la familia tradicional, la fidelidad y el amor para toda la vida, son cosas de retrógrados.
Ya los padres no tienen casi autoridad sobre sus hijos, ellos tienen derecho a hacer lo que quieran, pero nadie se ocupa cuando usan sus derechos para faltar el respeto a padres, familia y hasta a la policía si se da la oportunidad

Tenemos nuevas autoridades en el país y seguramente harán su mejor esfuerzo para gobernar bien, pero por mucho que les pese, si no le damos lugar a Dios, si no restauramos algunos principios que hemos dejado de lado, seguramente serán años de más de lo mismo, porque más allá de quien gobierne, le debemos dar lugar a Dios, en lo individual, en lo familiar y también a nivel de la nación, para que las cosas puedan comenzar a mejorar

Salmos 127 /1