Hace un par de años, por motivos comerciales, se decidió que algunos partidos de la copa Libertadores de América no se vieran por la cadena que habitualmente los trasmitía, se debían ver por Facebook, eso provoco que mucha gente se viera privada de verlos o, los que lo podían ver, lo hicieran con mucha dificultad, la trasmisión se entrecortaba, se congelaba la imagen, y aveces costaba hasta seguir el tramite y el resultado de los partidos. En ocasiones el delantero quedaba mano a mano con el arquero rival y se congelaba la imagen, un par de minutos después volvía, pero ya la pelota estaba en otra parte de la cancha y te quedabas sin saber que había pasado en esa jugada.Uno, como futbolero, buscaba la vuelta para poder seguir el partido aunque mas no fuera por la radio y buscando la forma de poder verlo con las menores interrupciones posibles, pero a aquellos que no les interesaba tanto el fútbol, seguramente lo dejarían de lado y se pondrían a ver otra cosa
Muchas veces nos ocurre algo similar con Dios, sentimos que no nos responde, que cuando oramos la comunicación no es fluida, que quizás estamos orando y terminamos pensando en cualquier cosa, que no entendemos lo que Él nos habla.
¿Te pasó alguna vez algo así?
A todos nos a pasado
En este punto hay dos tipos de personas, las que desisten, las que no consideran tan importante el hablar con Dios y los que perseveran, los que buscan la forma,el mejor lugar, el momento mas propicio, pero insisten hasta que la comunicación se concreta.
Muchos quizás, hemos tenido reuniones pactadas, por temas laborales, comerciales o por lo que sea y en el ultimo momento, por un razón u otra, nos suspenden la reunión.
¿Qué harías si de esa reunión dependiera tu futuro?
Seguramente todos insistiríamos, trataríamos de concretar una nueva fecha, un nuevo lugar para que la reunión se efectué
La Biblia cuenta de una viuda que, a pesar de tener que enfrentar a un juez injusto, no dejo de insistir con sus pedidos, en ninguna parte nos dice que fue correspondida porque era buena, ni porque se lo merecía, lo que nos dice el pasaje es que por su perseverancia recibió justicia.
Es tiempo de perseverar, el juez no era bueno, pero nosotros tenemos un Dios bueno y misericordioso a quien acudir, no desmayemos, busquemos la forma de reunirnos con Dios, de hablar con Él, de escuchar lo que nos hable, seguramente el juez justo, nos proporcionará la solución mas adecuada a nuestro problema
Lucas 18 1-8
Muchas veces nos ocurre algo similar con Dios, sentimos que no nos responde, que cuando oramos la comunicación no es fluida, que quizás estamos orando y terminamos pensando en cualquier cosa, que no entendemos lo que Él nos habla.
¿Te pasó alguna vez algo así?
A todos nos a pasado
En este punto hay dos tipos de personas, las que desisten, las que no consideran tan importante el hablar con Dios y los que perseveran, los que buscan la forma,el mejor lugar, el momento mas propicio, pero insisten hasta que la comunicación se concreta.
Muchos quizás, hemos tenido reuniones pactadas, por temas laborales, comerciales o por lo que sea y en el ultimo momento, por un razón u otra, nos suspenden la reunión.
¿Qué harías si de esa reunión dependiera tu futuro?
Seguramente todos insistiríamos, trataríamos de concretar una nueva fecha, un nuevo lugar para que la reunión se efectué
La Biblia cuenta de una viuda que, a pesar de tener que enfrentar a un juez injusto, no dejo de insistir con sus pedidos, en ninguna parte nos dice que fue correspondida porque era buena, ni porque se lo merecía, lo que nos dice el pasaje es que por su perseverancia recibió justicia.
Es tiempo de perseverar, el juez no era bueno, pero nosotros tenemos un Dios bueno y misericordioso a quien acudir, no desmayemos, busquemos la forma de reunirnos con Dios, de hablar con Él, de escuchar lo que nos hable, seguramente el juez justo, nos proporcionará la solución mas adecuada a nuestro problema
Lucas 18 1-8
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