Si en algo nos hemos especializado los seres humanos, es en el camuflaje.
De repente te encontras con el señor respetuoso, serio y responsable en su oficina de trabajo pero cuando esta en un picadito con amigos, se convierte en un violento y mal hablado ser, que en lugar de estar jugando con amigos, parece ser el profesional que disputa la final de un mundial.
Nos sorprendemos con ese vecino que nos resulta tan simpático y servicial y un día nos enteramos que dentro de su casa se vuelve un violento ser que atemorizaba y golpea a su familia.
Me viene a la mente aquella vieja canción que nos hablaba de uno de los atributos del camaleón, dice que tiene la facultad de cambiar de colores según la ocasión, muchos de nosotros nos asemejamos a él, cambiamos nuestra forma de hablar, de actuar y hasta de vestir, dependiendo del entorno en el que estamos.
Lamentablemente también ocurre esto con los cristianos, muchos tenemos el traje del domingo y lo usamos solamente ese día y a la hora de ir a la iglesia, tenemos varias caras, somos unos en la iglesia, otros en el trabajo, en la casa y ni te cuento en las redes sociales
Algunas veces nos sorprendemos con las publicaciones de personas que se denominan a si mismo, cristianos, pero cuando interactuan con alguien que piensa distinto, terminan insultando o incluso violentándose al punto de querer solucionar las cosas a los golpes.
Una de las cosas por las cuales muchas personas no se acercan a Dios, es por nosotros, ojala nos demos cuenta y cambiemos algunas de nuestras actitudes, ser cristiano implica una responsabilidad, eso no significa ser perfecto, ni un religioso, implica que seamos auténticos, que aprendamos a pedir perdón, a respetar al que piensa diferente, a amar como nos amo Jesús.
Nos cuesta darnos cuenta que vale muchísimo mas un alma que nuestra razón
Que Jesús nos dio un claro ejemplo, estuvo entre y con todos, buenos y malos, ricos y pobres, humildes y soberbios.
Si somos que se note, en estos tiempos, como nunca, el mundo necesita la luz de Cristo, no solo puedes ser luz unas horas del domingo, debemos ser luz en el barrio, en el estadio, en el trabajo, en el hogar, en las redes sociales y donde nos toque estar, es demasiado poco usar el traje de domingo solo el domingo, es tiempo de vivir como cristianos
No seamos circunstancialmente cristianos, seamos cristianos a pesar de las circunstancias
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