Que nunca falte

Hoy me ocurrió algo que me hizo pensar, algo no muy común en mi vida.
Desconozco el motivo pero, apagaba la pantalla de mi celular y esta volvía a encenderse en forma autónoma, eso demandaba un gasto extra de batería y algún otro problema, en realidad nada grave, pero me hizo reflexionar
¿Cuántas cosas nos ocurren durante el día, cosas que consideramos normales y nunca se nos ocurriría agradecer por ellas, pero si por algún motivo dejan de ocurrir, nos ocasionarían grandes trastornos?
Por ejemplo, abrir una canilla y que salga agua, tirar la cadena cuando vamos al baño y que la cisterna haga su trabajo, girar la llave en la cerradura y que se abra la puerta, poner el contacto en el auto y que encienda, etc
Hace algunos años, en Uruguay, había insuficiente generación eléctrica, por ese motivo se programaban cortes de energía, sabíamos que de tal hora a tal hora no iba a haber luz. Apenas se pasaban 2 minutos de la hora programada para la reconexión, si la luz no había regresado, nos volvíamos locos, prendíamos y apagábamos la llave, como si por ese ejercicio, la luz fuera a regresar mas rápido. Hay cosas básicas que solo valoramos cuando nos faltan, la lista es larguísima, seguramente vos tenes alguna para agregar
Esas cosas también dependen de la situación económica, el país donde vivimos y aun hasta la edad o el sexo de cada persona, a veces nos cuesta entender eso, nos cuesta ponernos en el lugar del otro, entender que algo que para nosotros es “normal”, quizás para el otro es un bien muy preciado, quizás algo que a vos te “sobra” para otro es muy valioso
Las carencias de la gente no son solo materiales, también hay carencias afectivas y ni que hablar espirituales
Muchas veces, teniendo la posibilidad de ayudar a alguien, por distraídos, o por falta de empatía, por no lograr ponernos en el lugar del otro, no les prestamos auxilio
Es tiempo de ser imitadores de Jesús, Él fue perfecto, sin manchas, sin pacado, pudo darnos la espalda, pudo decir, como muchas veces lo hacemos nosotros, que se arreglen, pero no, Él vino al mundo en forma de hombre, vivió entre nosotros y por el amor tan grande que nos tiene, se entregó en una cruz para salvarnos
Ojala esta navidad, despierte en nosotros, los que nos decimos cristianos, el deseo de como tales, empezando por ser agradecidos con todas las cosas que Dios nos da día a día, aun aquellas que nos parecen “normales”, y que abra nuestros corazones para que comencemos a dar a los que están necesitados, tanto de cosas materiales, como de afecto y también, sobre todo, a los que tienen necesidades espirituales, darles una palabra de aliento, llevar el mensaje de salvación a quien lo necesite y a aquellos que equivocaron el camino, decirles que el padre, cada día, se para en la puerta esperando su regreso
Feliz Navidad para todos

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