Que te digan loco

Miro por la ventana, llueve y llueve, que horrible, tengo que salir y esto no va a parar, un poco me enojo, un poco me amargo y reniego
Por qué cambie tanto?
Por qué cambiamos tanto?
Recuerdo mi infancia, una época donde la diversión tecnológica no existía, donde "la tele" empezaba al mediodía y donde, por falta de energía, teníamos, por semana, un par de cortes de luz programados
Con éste panorama, levantarse y ver que estaba lloviendo era casi una fiesta
Esos días, cosa que nunca, le pedíamos a mamá para ir a hacer mandados, queríamos salir a mojarnos, a saltar en los charcos y a patear agua con nuestras botas de goma

Y el fútbol, que maravilla, jugábamos en canchas con escaso o nulo pasto, era, mas que fútbol, patinaje, pero podíamos pasar horas corriendo bajo el agua, corriendo tras la pelota, cuando regresábamos a casa, nos tenían que sacar el barro para reconocernos 
Por supuesto que mamá nos prohibía salir a mojarnos, pero igual, siempre encontrábamos la forma de escaparnos, a disfrutar de la lluvia y de los amigos que, al igual que nosotros, habían logrado evadir la seguridad, sin dudas otro tiempo, otra sociedad, otro mondo
Que lindo, como disfrutábamos la lluvia durante la niñez, por qué cambiamos tanto?
Por razones de trabajo? 

Los que trabajan a la intemperie saben de que hablo, por mucho tiempo me enojé con la lluvia, hasta que me di cuenta que no cambiaba nada, que enojado o contento la lluvia me iba a mojar lo mismo.
No se, quizás deberíamos volver allá, a nuestra niñez, por un rato, ponernos las botas de goma, salir a mojarnos y a patear agua, saltar en los charcos, embarrarnos detrás de una pelota y que nos miren como que estuviéramos locos
Hasta puedo escuchar el grito de mi vieja, "Vos estas loco? entrá Fernando. 

Qué querés, enfermarte?
Hoy llueve, hoy podes pedirle una licencia a la cordura y disfrutar como un niño