Somos campeones viejita


A veces pienso que no todo es fútbol en la vida, obviamente, pero que importante es el fútbol para casi todo, quizás sea un concepto solo para aquellos que vivimos el fútbol como algo prioritario en nuestros estados de animo
 

Esta es una historia real que me toco vivir, intenta rescatar otros valores mas allá de la trascendencia de una victoria o una derrota 
El día domingo (11/11/18) se cumplía un mes de la muerte de la esposa de mi papá (yo ya conté que él es hincha de Peñarol) y por las dificultades físicas que tiene, por la edad y porque no puede estar solo, se vino a vivir con nosotros, justo coincidió con que era domingo de clásico.
Por supuesto que su estado de ánimo en estos tiempos no es el mejor, está viviendo el duelo y la depresión por la partida de la que fue su compañera de vida por más de 30 años, de todas formas lo convencí para que mirara el partido como modo de distracción.
Se pueden imaginar que no hubo grandes manifestaciones durante el partido
Yo grité el gol de Nacional, mi esposa gritó los goles de Peñarol y él hizo algún que otro comentario durante el partido(cuento como ilustración que el partido finalizo 2 a 1 a favor de ellos con algunos fallos arbitrales polémicos).
Se darán cuenta que mi estado de ánimo una vez terminado el clásico no era para nada bueno, salí a dar unas vueltas mientras se me pasaba la bronca
A la noche él se fue a acostar, vale aclarar que en ningún momento dijo nada, respetó mi estado de ánimo y si bien se que estaba relativamente contento con ese triunfo que significo un campeonato, no hubo ningún tipo de demostración de esa alegría, cuando ya estaba en su cuarto acostado yo fui a entrar para darle un beso y ver si necesitaba algo
En ese momento lo escuché hablando con su esposa, como lo hace cada noche a pesar de no tenerla físicamente
Esa noche me impactó cuando lo escuche decirle
"estas contenta viejita? Ganamos, somos campeones"
La verdad que gran parte de mi enojo deportivo paso a segundo plano, me fue imposible separar el fútbol de la vida
Quizás de esa manera tan dura descubrí lo sanador que puede ser un simple partido de fútbol en medio de tanto dolor
No voy a decirles que le agradecí a los árbitros por los errores que terminaron dándole la victoria a los rivales , pero si me di cuenta de algo, en esta oportunidad, mi viejito necesitaba mucho más que yo este triunfo.
Si aprendemos de las situaciones cotidianas, si empezamos a disfrutar y sufrir las cosas en su justa medida, seguramente le dejaremos una mejor sociedad a las generaciones venideras



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